¿Qué ves cuando te miras en el espejo? Yo cuando me miro en el espejo no veo más que defectos. Me empiezo a comparar con chicas perfectas, con modelos, con famosas. Parece que me gusta hacerme daño. Dicen que eres capaz de hacerte más daño a ti mismo por tus críticas que por las de los demás.
Empiezo a insultarme, a llorar y a preguntarme cosas como: ¿Por qué no puedo ser como ellas? Por qué no puedo tener unas piernas más delgadas? ¿Por qué no se me pueden notar mas los hip bones? ¿Por qué no se me pueden notar más las clavículas? ¿Por qué no puedo tener un vientre plano? ¿Por qué no puedo?
¿Por qué para ellas parece tan fácil y yo, por mucho que lo intento, parece que no lo consigo? Dicen que la persona a la que más tienes que querer es a ti mismo, porque al fin y al cabo vas a pasarte toda la vida contigo mismo. Seguro que con los años aprendes. Aprendes a quererte. Eso dicen, al menos. Yo espero que sea así. Porque si no te quieres a ti mismo, ¿Cómo pretendes que te quieran? Esta idea da vueltas en mi cabeza durante mucho tiempo.
En realidad todo está en la cabeza. Hay que saber cómo ver las cosas. Si sólo piensas en negativo la gente a tu alrededor es capaz de darse cuenta de esas malas vibraciones que te envuelven. Sin embargo, si piensas en positivo la gente también es inteligente y es capaz de darse cuenta de las buenas vibraciones que te rodean. Influye. Influye en cómo sentirte, te ayuda a elegir si sentirte bien contigo mismo o no. Luego están esas personas de acero que son capaces de protegerse y de sentirse bien aunque su alrededor sea una mierda. Otras tienen una muralla más débil y están más echas mierda que el exterior. Porque ellas lo ven así.
Es fácil ser guapa, delgada y a la vez quererte a ti misma, así la gente te puede querer. Y eres más feliz aún. Te quieren, te quieres, todo es perfecto. El mundo da vueltas a tu alrededor. Pero para eso, hay gente que piensa que no existe, que es invisible, que es inútil, que no sirve para nada. Para que alguien se quiera de esa forma parece ser que también tiene que haber alguien que se odie mucho a sí mismo. No debería de ser así.
Pero hay muchas cosas en el mundo que no deberían de ser como son. No debería haber racismo, y sin embargo, lo hay. Debería haber igualdad de derechos en todo, absolutamente todo el mundo, sin embargo, no lo hay. Debería conseguirse un respeto universal hacia todo y hacia todo, y sin embargo, no lo hay.
Hay tantas cosas que no debería haber y sin embargo sí hay, y hay tantas cosas que no hay pero sin embargo hay.
Aunque dicen que nos quejamos mucho de lo que tenemos. Al menos los del primer mundo. Y tienen muchísima razón. Me estoy quejando en un blog, y para eso necesito internet, y lo tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario